Hospitales sostenibles: donde salud y sostenibilidad se encuentran

María Rosa Smith

MARÍA ROSA SMITH
Ambientalista, farmacéutica, Magíster en Salud Pública, Investigadora asociada MS GCABA, Especialista en Farmacia Sanitaria y Legal, Jefa División Farmacia HGAET.


Frente a la crisis climática actual, los hospitales sostenibles representan un modelo que transforma el cuidado de la salud al reducir su impacto ambiental. Este enfoque innovador integra la sostenibilidad en cada proceso y actividad. Aunque implementar este modelo presenta importantes desafíos, los beneficios sociales, ambientales y económicos son significativos y duraderos.

Sostenibilidad en la atención hospitalaria: ¿Por qué es importante?

El cambio climático plantea un reto para la salud pública. Sus efectos amenazan la salud de la población, afectando especialmente a los sectores más vulnerables. Los fenómenos extremos y las fluctuaciones climáticas comprometen el suministro de agua y la seguridad alimentaria. Además, el cambio climático agrava el estrés hídrico, con sequías e inundaciones que reducen tanto la calidad como la disponibilidad del agua. Un informe de UNICEF estima que para el año 2040, uno de cada cuatro niños vivirá en áreas con recursos hídricos extremadamente limitados (UNICEF, 2017).

La variabilidad climática también influye en los patrones de distribución de enfermedades transmitidas por vectores y aquellas vinculadas a los ecosistemas; muchas de ellas, como la diarrea, malaria y dengue, son sensibles a las condiciones climáticas. Las migraciones y el desplazamiento de personas serán algunos de los costos sociales.

Ante esta realidad, se vuelve esencial que todos los sectores, incluido el de la salud, asuman un rol activo en la mitigación del cambio climático. Los hospitales, en particular, deben adoptar una nueva responsabilidad: transformarse en agentes de cambio hacia prácticas sostenibles.

Las actividades diarias de las instituciones de salud ejercen una presión ambiental significativa a través del consumo intensivo de energía, agua y materiales, así como por la generación de residuos. Sin embargo, tienen a su vez la oportunidad de desempeñar un papel clave en las acciones de mitigación, adoptando prácticas que reduzcan su propia huella. Para lograrlo, resulta esencial una gestión responsable de todos los recursos, sean energéticos, naturales o materiales y promoviendo un enfoque de sostenibilidad que se extienda a cada área de su funcionamiento.

Jornadas Científicas del Hospital Gral. de Agudos Dr. Enrique Tornú. Hospitales Sostenibles -2016.

Más allá de la atención sanitaria

El sector salud representa un 4.4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (Salud Sin Daño, 2023), lo que lo convierte en un contribuyente significativo al cambio climático. En los establecimientos de atención de la salud, este impacto se manifiesta en actividades esenciales como el consumo energético, el uso intensivo de recursos y la generación de residuos y emisiones.
Para mantener sus sistemas operativos los 365 días del año las 24 horas y sus ambientes climatizados, requieren de un suministro de energía alto y continuo. Un estudio sobre la huella de carbono en un hospital de la Ciudad de Buenos Aires mostró que el consumo energético soporta el mayor peso en cuanto al total de las emisiones (Smith & de Titto, 2018). Medidas como el mantenimiento regular de equipos, la implementación de iluminación LED y sistemas de cogeneración y el diseño arquitectónico que aproveche la luz natural son pasos hacia la eficiencia energética.

El agua es otro recurso esencial cuya gestión sostenible es clave en cualquier hospital, con un papel fundamental en numerosas actividades diarias. Una gestión racional del agua incluye la instalación de dispositivos de bajo consumo, sistemas de recolección y tratamiento de aguas grises, y el monitoreo constante de fugas. Sin embargo, la verdadera eficacia de estas medidas también depende del uso consciente de cada individuo dentro del hospital.

Otro aspecto crítico en los hospitales también involucra una gestión consciente de los insumos y materiales empleados en las distintas áreas de servicio. Las múltiples y variadas actividades diarias, ya sea las necesarias para los procesos de prestación de servicio como las de soporte y apoyo, requieren una gran variedad de materiales e insumos, como medicamentos, productos médicos, gases medicinales, sustancias químicas para esterilización y desinfección, reactivos de diagnóstico, equipamiento médico, suministros de oficina y mobiliario, material textil, entre otros.
En este contexto, el uso racional de los recursos se vuelve fundamental. La adopción de criterios de compras sostenibles permite evaluar el ciclo de vida de los productos, elegir materiales con menor impacto ecológico y priorizar a proveedores comprometidos con prácticas ambientalmente responsables. De este modo, el hospital contribuye a fomentar una cadena de suministro más sostenible en el sector salud.

La sostenibilidad también se extiende a áreas como la gestión de alimentos, que representa un desafío más allá de lo logístico. Cada año, se pierden 1.300 millones de toneladas de alimentos a nivel mundial, lo que representa entre el 8 % y el 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (FAO, 2019). Para mitigar estos efectos, es fundamental implementar sistemas de inventario eficientes, ajustar las cantidades de alimentos preparados y minimizar el desperdicio. En 2023, alrededor de 733 millones de personas sufrieron hambre, un dato que nos invita a reconsiderar nuestra relación con los recursos (FAO, 2024).

Asociados al uso intensivo de recursos y gestión de alimentos, los residuos generados en hospitales representan un desafío crítico para la sostenibilidad. Son diversos y cuantiosos: incluyen residuos patogénicos, especiales o peligrosos. Los residuos comunes o asimilables a los urbanos representan aproximadamente el 85 % del total (OMS, 2024) y abarcan derivados de actividades administrativas, residuos limpios, residuos húmedos de cocina, restos de poda y cuidado de áreas verdes, entre otros.

La gestión de residuos en hospitales presenta desafíos específicos, lo que exige aplicar una jerarquía de manejo de residuos integral en todos los niveles de la institución. Esta jerarquía establece un orden de prioridad: primero, la prevención, donde las compras sustentables cumplen un rol fundamental, minimizando el ingreso de materiales innecesarios al sistema. Luego, la reducción de residuos mediante prácticas que optimicen el uso de insumos y materiales en las actividades diarias. La tercera etapa es la segregación adecuada de residuos desde su origen, para facilitar su tratamiento y disposición final. Además, la reutilización y reciclaje son esenciales para reducir el volumen de residuos comunes que llegan a disposición final, contribuyendo a la sostenibilidad al dar una segunda vida a materiales que, de otro modo, se desecharían. Por último, en el caso de materiales peligrosos y patogénicos, el tratamiento y disposición final se deben realizar bajo las normas vigentes y de seguridad específicas a fin de evitar la contaminación ambiental.

Otros aspectos clave de la sostenibilidad hospitalaria incluyen la movilidad y la arquitectura sostenibles, que ayudan a reducir el impacto ambiental mediante el fomento de transportes menos contaminantes y el diseño de espacios energéticamente eficientes.

A nivel global, el sector del transporte es responsable de aproximadamente el 15 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (PNUMA, 2023). En nuestro caso, el transporte del personal, pacientes y suministros genera una parte significativa de las emisiones indirectas de un hospital, por lo que fomentar el uso del transporte público, instalar estacionamientos para bicicletas e implementar sistemas de movilidad compartida son acciones que promueven una movilidad más limpia.

La arquitectura sostenible en hospitales es mucho más que una cuestión de diseño; es una apuesta a crear espacios, o transformar los existentes. Este enfoque busca maximizar la entrada de luz natural, mejorar la ventilación y reducir la dependencia de sistemas de climatización intensivos, generando un ambiente más saludable para pacientes y personal. En particular, el clásico modelo que caracteriza a muchos hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires, con edificios distribuidos en distintos pabellones, ofrece una gran oportunidad para integrar los espacios verdes y convertir al hospital en un lugar más amable en sintonía con el entorno.

Natalia Basso, especialista en sostenibilidad y reducción de pérdida y desperdicio de alimentos. Co-founder de VesicaBiz, consultora que brinda servicios de asesoramiento, capacitación e investigación en sostenibilidad, sistemas alimentarios y agronegocios.

Transformando la cultura hospitalaria

Uno de los principales retos es el cambio cultural necesario para involucrar a todo el personal. La participación activa de los profesionales de la salud en estas iniciativas es
clave para impulsar un cambio duradero que transforme al hospital en un espacio de aprendizaje y conciencia ambiental. Su posición privilegiada les permite liderar este proceso y educar a pacientes y visitantes sobre prácticas responsables. La adopción de hábitos y procedimientos que minimicen el impacto ambiental es esencial para generar un compromiso colectivo y duradero. La creación de comités ambientales y campañas educativas facilita esta transformación, promoviendo una cultura donde la sostenibilidad sea parte del cuidado integral de la salud.
La transición hacia hospitales sostenibles no solo responde a una necesidad operativa en el contexto de la crisis climática, sino también a una responsabilidad ética inherente al sector salud. Los hospitales sostenibles representan un compromiso con la vida en su sentido más amplio.