Entre barbijos y pancartas: Las luchas del equipo de salud en Pandemia

Carolina Cáceres

Carolina Caceres
Lic. Enfermería, Profesora en Docencia Superior. Secretaria de Prensa de la FPGCABA.

Entrevista a Clara Maticorena *

Recientemente, junto a un equipo, estuvieron trabajando en “El impacto de la Pandemia en la Conflictividad laboral del sector de la salud pública en CABA”. Decidimos entrevistarla para conocer un poco más acerca de este trabajo que está en vías de publicación, en la Revista “Lavboratorio” del Instituto de Investigaciones Gino Germani, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

¿Qué los motivó a centrar su investigación en el sector de la Salud Pública, especialmente en el contexto de la pandemia?

Este es un trabajo donde planteamos, exponemos, y desarrollamos algunos resultados en el marco del proyecto Ubacyt que se denomina: Condiciones de trabajo, formas de organización y acción colectiva de los y las trabajadoras en la pandemia y post pandemia en Argentina, que dirijo en la Facultad de Ciencias Sociales.

Clara Maticorena y parte del Equipo de Investigación de “El impacto de la Pandemia en la Conflictividad laboral del sector de la salud pública en CABA”.

Por un lado, como justamente nuestro interés es analizar los cambios en las condiciones de trabajo, las formas de organización y acción colectiva de los trabajadores en la pandemia y post pandemia, el sector de la salud es casi un sector obligado para estudiar. Porque estuvo en la primera línea en el contexto de la pandemia del Covid, pero además es un sector en el que distintos análisis, tanto a nivel nacional como internacional, vienen mostrando los mayores niveles de movilización, sobre todo a partir de la crisis capitalista del 2008 y de la implementación de distintas políticas de ajuste en diferentes países.

Entonces, la salud pública, en tanto uno de los sectores principales vinculados a la reproducción social, es uno de los más afectados, con cortes presupuestarios, con modificaciones en las formas de organización del trabajo, con formas de intensificación del trabajo. Por ello, es un sector clave, siempre lo fue, pero en este contexto de crisis del capitalismo y en el contexto aún más complejo planteado por la emergencia sanitaria en el Covid, es un sector esencial, esencial y primordial para la vida social, podríamos decir. Es un sector estratégico en términos sociales.

Y en principio nos planteamos tomar el sector de la salud pública, de la ciudad de Buenos Aires en particular, porque no hemos encontrado un estudio sobre la salud pública en la ciudad de Buenos Aires, que tome los distintos colectivos de trabajo que están involucrados en el sector: médicos, otros profesionales, enfermeros, técnicos, residentes concurrentes. Hay trabajos que se han centrado exclusivamente en algunos colectivos. Pero veíamos que faltaba un análisis más general, más agregado que nos permita conocer, tener un panorama, de las características del sector en la ciudad de Buenos Aires.

¿Cuáles fueron los desafíos con los que se encontraron?

Creo que en parte, algo que nos resultó un desafío como equipo de investigación, justamente tiene que ver con la cantidad de sindicatos y de formas de representación que encontramos en el sector. Los sindicatos de rama, los sindicatos de hospitales, los sindicatos por grupo profesional o por oficios…

Entonces hay una complejidad en las formas de organización que fue parte también de un desafío y de ir buscando las formas de poder entender todo ese sector, tanto en términos de cómo se componía, en cuanto a sus características, pero también en cuanto a las formas de representación de sus trabajadores y trabajadoras y las problemáticas emergentes.

Eso realmente también nos llevó bastante trabajo, poder componer de alguna manera una imagen, una mirada sobre el sector de salud como para poder meternos a partir de allí, y así analizar qué había sucedido en cuanto a la conflictividad durante la pandemia y la inmediata post pandemia.

¿Qué enfoque metodológico emplearon, y qué fuentes fueron clave para su análisis?

En cuanto a las fuentes utilizadas, nosotros abordamos este análisis desde una metodología mixta. ¿Esto qué quiere decir? No solo articulamos distintas fuentes, sino también complementamos un análisis cuantitativo de la conflictividad a partir de la base que elabora el ahora ex Ministerio de Trabajo, con el análisis cualitativo de otras fuentes de información. Dentro del área de estudios e investigaciones laborales, se desarrolla una base de conflictos desde el año 2006, y nosotros solicitamos esta información y pudimos abordar, en este caso, la conflictividad del sector desde el año 2016 al 2022.

Caravana y acto 11/03/2021 de la FP-GCABA en Obelisco, por urgente recomposición salarial del equipo de Salud, la inclusión en la Ley 6035 de las licenciaturas marginadas, en particular la enfermería, y garantizar la administración de vacunas para todo el equipo de salud.

Esto nos dio la posibilidad de tener una mirada más cuantitativa y agregada de la conflictividad en el sector. Pero esta mirada fue complementada con análisis más cualitativos, vinculado a, por un lado, las resoluciones y las modificaciones legales que se sancionaron durante la pandemia para dar respuesta, digamos, a las situaciones de excepcionalidad.

Entonces, no sólo los decretos y las disposiciones generales como el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), la prohibición de suspensiones y despidos -que de todas maneras no terminó evitando que existan suspensiones y despidos-, sino también las medidas más específicas del sector para poder analizar, cómo en particular se había desarrollado la regulación estatal en este contexto también de mucha demanda y de mucha presión para el sector de la salud.

Y por otro lado, algunas entrevistas a informantes clave, para poder tener una mirada de los distintos colectivos de trabajadores que existen en el sector. Y también hemos revisado publicaciones, boletines sindicales, fuentes periodísticas, distintos elementos que nos permitieron contextualizar y poder analizar esa base de datos de conflictos que es el eje principal del trabajo, pero que no la única fuente.

¿Cuáles son los hallazgos más significativos sobre la conflictividad laboral en el sector de la Salud Pública durante la pandemia?

Un punto muy importante a destacar es que la conflictividad en la ciudad de Buenos Aires en el sector de la salud pública pega un salto en el 2020 y en los años siguientes se mantiene en niveles elevados.
Esto marca una particularidad porque no es la misma evolución que podemos ver a nivel nacional. En cuanto a los reclamos prevalecen las demandas por mejoras salariales, que también pegan un salto en el 2020 y luego siguen aumentando en el 2021 y en el 2022.

Manifestación del 01/10/2020 en Repudio por la Represión del Día de la Sanidad, en la que varias enfermeras fueron heridas por las fuerzas policiales, durante el Reclamo por Reconocimiento Profesional y Salarial para el sector.

Esto tiene que ver con las condiciones de intensificación del trabajo y de mayor estrés, más aumento de las horas trabajadas, todas las implicancias que tuvo la pandemia en el sector que estaba en la primera línea, e incluso, previo a la vacunación exponiéndose a contraer el virus. De hecho fue también una lucha la incorporació del Covid como enfermedad profesional.

Decía entonces que las demandas por mejoras salariales ocupan un lugar muy importante, en segundo lugar las demandas por condiciones y medio ambiente laboral, que esto tiene que ver también con la falta de elementos de protección contra el Covid, sobre todo en los primeros meses. También por regularizaciones de contratos. Es un sector que tiene contrataciones precarias, sobre todo en la salud pública, condiciones de precariedad laboral ya desde décadas diría, pero que se pronunciaron en los últimos años, y a partir del 2016 el desfinanciamiento de la salud pública fue muy marcado. En los años posteriores se destacan reclamos por despidos o no renovación de contratos de trabajadores que habían sido contratados frente a la situación de emergencia por el COVID.

¿Qué tipos de acciones y reclamos se destacaron durante el período de estudio?

En cuanto al tipo de acciones conflictivas, hay un aumento de las movilizaciones y de las acciones de visibilización en la vía pública, abrazos simbólicos a los hospitales con una importante cantidad de acciones tanto en el 2020 como en el 2021. Y lo que observamos es que en el 2022 ya aumentan principalmente los paros dentro del sector como forma de acción.

En cuanto a los actores que conducen los conflictos, observamos distintas características específicas. Si bien hay una preeminencia de las organizaciones sindicales en la organización de las acciones conflictivas, se destaca la importancia conflictos llevados adelante por actores no insertos en una estructura sindical, por ejemplo trabajadores autoconvocados o la asamblea de residentes y concurrentes, que tiene también una importancia y está instalada en el sector.

Además del deterioro de las condiciones laborales, ¿qué otros factores impulsaron el aumento de acciones de lucha durante la pandemia?

Pensando en los factores relacionados a un mayor número de acciones de lucha en el período, lo que planteamos en el trabajo es el modo en que se gestionó la pandemia. En este caso en la ciudad de Buenos Aires, se buscó ampliar la capacidad de atención frente a esta emergencia, pero sobre la misma base de la precariedad preexistente en el sector, que venía de varios años de desfinanciamiento.

Entonces se realizaron nuevas contrataciones, pero contrataciones precarias, se otorgaron aumentos salariales, pero no remunerativos, bonos no incorporados al básico, es decir, se dieron una serie de soluciones precarias sobre la base de un sector que ya venía con distintos reclamos, tanto salariales como de condiciones de trabajo y condiciones contractuales.

Gran Jornada de Lucha en el Día Internacional de la Enfermería 12/05/2021, con un multitudinario Acampe y Marcha de las Antorchas, en Reclamo por el Reconocimiento Profesional, laboral y Salarial de la enfermería.

Y por otra parte, las presiones, el estrés, la intensificación y extensión de las jornadas laborales, esto impactó en el sector. Sumado a la mayor visibilización que la pandemia, por la situación de ser una emergencia sanitaria, otorgó al rol de los trabajadores y las trabajadoras de la salud. Es decir, quedó muy claro, muy en evidencia la importancia de los trabajadores y las trabajadoras de la salud para garantizar la vida de la población, la importancia de ese trabajo, pero al mismo tiempo, no tuvo una respuesta acorde a esa importancia desde el punto de vista de las condiciones de trabajo de estos trabajadores.

Entonces me parece que, esa combinación entre mayor visibilidad de la importancia social del trabajo, de los trabajadores y trabajadoras de la salud, con la mayor presión que padecieron durante la pandemia y el desgaste que supuso la pandemia para el colectivo de trabajadores, junto a la reproducción de formas precarias de contratación, los bajos salarios y formas también precarias de composición salarial, creo que armaron un combo que explica este salto en la conflictividad y que esto se mantenga en los años posteriores.

¿Cómo describirías la situación actual del sector de la Salud Pública y sus desafíos más urgentes?

Bueno, la situación actual es muy, muy grave realmente para la salud, para las universidades y para los trabajadores del sector público en general.
Yo soy docente universitaria y soy investigadora del Conicet. Estamos padeciendo el ajuste que está implementando este gobierno, y se han articulado distintas acciones, sobre todo entre el sector universitario y sector de ciencia y técnica.

Clara Maticorena

Creo que habría que ampliar y desarrollar aún más esas articulaciones. El avance que está haciendo el actual gobierno sobre el sector de la salud es muy evidente con respecto a los trabajadores del Garrahan, con el intento de cierre del hospital Laura Bonaparte, que justamente pudo frenarse a partir de la articulación y de la unidad de los distintos sectores sindicales en lucha.
Y me parece que eso es un poco la clave o lo que ha permitido poner algún freno a este avance brutal que pretende desplegar el gobierno actual y que está desplegando, porque estamos teniendo una caída salarial muy tremenda, el desfinanciamiento, el cierre de programas de prestaciones. Realmente es muy grave y requiere una estrategia de lucha para poder frenarlo.

Y estas estrategias tienen que poder ejercer también una demanda a los sectores legislativos para que justamente también pongan límites a estos avances en el Congreso. Lamentablemente la sanción de la ley bases fué una derrota para todos los sectores de trabajadores. Esto va a implicar, cada vez más, articular las luchas y las distintas demandas, los sectores de salud, educación, ciencia y técnica, los estatales en general, junto a los trabajadores del sector privado. Es imperioso ir articulando las luchas, para poder frenar estos intentos y estos avances en el desfinanciamiento público.

¿Qué mensaje o recomendación darías a quienes trabajan en fortalecer la Salud Pública y las condiciones laborales en el sector?

Lo importante siempre es tratar de buscar formas de organizarse y de poder plantear en forma colectiva los problemas, en este caso de la salud pública, como trabajadores. Nosotros también en nuestros ámbitos, en las universidades, en el sistema de ciencia y técnica, creo que para mejorar en este caso la salud pública, es fundamental la acción colectiva y la articulación de las demandas, porque es un sector muy amplio donde cada colectivo de trabajo obviamente tiene sus características y formas específicas de inserción laboral. Es importante que se puedan unificar, unir las demandas de cada uno de los colectivos que integran la salud pública.

Por último ¿Qué recomendación darías a quienes se inician en la investigación?

Bueno, por un lado, en un contexto tan adverso para la investigación científica y la investigación en ciencias sociales, animar a quienes les interese a persistir en ese interés, a persistir en esa vocación, en ese oficio, en ese deseo puesto en conocer y en observar y en desnaturalizar lo que aparece como dado en la sociedad. No es un orden natural, es una construcción social. Un aporte que desde las ciencias sociales se puede hacer es justamente desnaturalizar las instituciones, las condiciones en las que trabajamos, todo lo que aparece como algo dado a nuestra experiencia.
Hay una expertise en cada una de nuestras disciplinas, y siempre lo mejor es trabajar en forma interdisciplinaria.

Involucrarse, pensar también en el aporte o la importancia que puedan tener nuestros estudios para distintos actores sociales, eso es fundamental.

Y también la rigurosidad y sistematicidad que son centrales.

Hay que incentivar la investigación social, la investigación comprometida y rigurosa.

Clara, agradecemos enormemente tu interés en investigar los procesos de lucha y organización de los trabajadores del sector de la salud, así como tu generosidad al compartir estos valiosos hallazgos con nosotros. Esperamos que FPSalud sea una herramienta que ayude a construir redes, a reconocernos como parte de un mismo equipo interdisciplinario, y a generar una mayor articulación entre sectores. Estamos convencidos de que la unidad es clave para enfrentar los desafíos actuales y alcanzar nuevas conquistas colectivas.


* Lic. En Sociología, Magister en Ciencias sociales del Trabajo, y Doctora en Ciencias Sociales de la UBA. Investigadora Adjunta del CEIL-CONICET (Centro de Estudios e Investigaciones Laborales, del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y docente en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.