Ante las alertas referidas a un probable brote de Dengue, desde el Consejo Ejecutivo de la Federación de Profesionales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (FPGCABA), entendiendo la importancia de analizar interdisciplinariamente el enfoque preventivo en la comunidad, pero además con la preocupación de cuidar a quienes cuidan, se decidió realizar un seminario, en el mes de septiembre, con importantes expositores referentes en el tema.
A continuación compartimos un resumen de la actividad:
Reconocimiento del Dengue como Enfermedad Profesional
El seminario inició con la presentación por parte del Lic Andrés Añon, Presidente de la FPGCABA, planteando la necesidad de reconocer el dengue como enfermedad profesional. Este reconocimiento -señalaron los participantes en un intercambio enriquecedor- es crucial para brindar protección específica a los trabajadores de la salud, quienes están constantemente expuestos al riesgo de contagio debido a la naturaleza de su labor, un ejemplo de ello son las y los profesionales de Atención Primaria de la Salud que recorren los Barrios donde se registran Brotes.
Algunos participantes subrayaron la urgencia de esta medida, ya que el aumento de los brotes de dengue y la expansión del virus en nuevas regiones han incrementado el riesgo para el personal de salud.
Finalmente, los expositores coincidieron en que el reconocimiento del dengue como enfermedad profesional no solo protegería a los trabajadores desde un punto de vista legal y económico, sino que también establecería un marco de acción preventiva que incluiría, entre otras medidas, la capacitación específica para el personal en zonas de riesgo, el uso de elementos de protección personal, y la adopción de protocolos claros de manejo ante casos sospechosos y confirmados en el entorno laboral.
Situación Epidemiológica y Clínica
El Dr. Tomás Orduna abordó la situación epidemiológica del dengue, resaltando el alarmante crecimiento de la enfermedad en los últimos años. Los brotes de dengue en América Latina muestran una tendencia cíclica, con temporadas epidémicas cada vez más frecuentes.
Enfatizó que el dengue, conocido históricamente como “fiebre quebrantahuesos”, es causado por cuatro serotipos del virus, todos ellos transmitidos por el mosquito Aedes aegypti. Esta especie, conocida por sus características rayas blancas, se ha expandido de manera preocupante debido al cambio climático, la urbanización descontrolada y la falta de programas de control sostenidos.
En Argentina, el aumento de casos en los últimos años ha puesto en tensión al sistema de salud, con el dengue siendo una enfermedad disruptiva en términos de carga de trabajo para el personal de salud. El aumento de hospitalizaciones genera una sobrecarga en los servicios, lo cual se agrava en zonas endémicas donde hasta un 10% de episodios febriles pueden corresponder al dengue.
Orduna explicó que la mayoría de los casos de dengue son leves o moderados, aunque un pequeño porcentaje puede evolucionar a formas graves, como el dengue hemorrágico, el síndrome de choque por dengue y el daño de órganos vitales (encefalitis, miocarditis y hepatitis). También destacó que, aunque en el pasado se creía que los casos graves solo ocurrían en infecciones secundarias, estudios recientes en menores de 16 años muestran que tanto en infecciones primarias como en secundarias puede haber casos graves, lo cual sugiere que factores individuales y genéticos juegan un papel en la evolución de la enfermedad.
Importancia de la Detección Temprana y de los Signos de Alarma
Los expertos enfatizaron la necesidad de reconocer precozmente los signos de alarma del dengue para evitar complicaciones graves. Entre estos signos se incluyen el dolor abdominal, los vómitos persistentes, el sangrado de mucosas y los cambios en el estado mental, como letargia o irritabilidad. La consulta médica inmediata en presencia de estos síntomas permite implementar medidas de soporte, principalmente relacionadas con la hidratación, lo cual es fundamental para evitar la evolución hacia un cuadro grave.
Diagnóstico y Métodos de Laboratorio
La Dra. Javiera Perello, bioquímica y viróloga, explicó los métodos de diagnóstico para el dengue, enfatizando la importancia de realizar pruebas específicas según el estadio de la enfermedad. Subrayó que, en los primeros días de infección, se utilizan métodos directos como la detección del genoma viral mediante biología molecular o el antígeno NS1, que ofrece un diagnóstico temprano. A medida que avanza la infección, se recurre a pruebas serológicas que detectan anticuerpos.
En cuanto a los Desafíos del Diagnóstico Diferencial: La identificación de casos se complica por la presencia de otros flavi virus en la región, como el virus chikungunya, lo que requiere una vigilancia cuidadosa y pruebas diferenciadas. Además, se resaltó la importancia de contar con datos epidemiológicos completos para cada caso.
Perello destacó la importancia de contar con una red de laboratorios distribuidos en diferentes niveles, de manera que cada centro de salud pueda ofrecer una respuesta rápida y eficiente, especialmente en casos de brotes. Explicó también que la notificación de casos es fundamental para la vigilancia epidemiológica, permitiendo detectar y controlar la circulación del virus a nivel nacional.
La Transmisión del Dengue y Control del Vector
El Dr. Gabriel Cicuttín explicó que el principal vector del dengue, el mosquito Aedes aegypti, para reproducirse requiere agua estancada, ya sea en el exterior como en el interior de las viviendas. Los mosquitos adultos suelen permanecer cerca de los humanos, dentro de un radio de 100 metros, y su ciclo se acelera en climas cálidos.
Detalló el ciclo de vida del mosquito, desde el huevo hasta el adulto, e indicó que las hembras requieren sangre para desarrollar sus huevos, lo que aumenta la transmisión del virus entre personas.
Una parte fundamental del control es la eliminación de criaderos. La participación comunitaria es esencial para identificar y eliminar lugares donde el mosquito puede reproducirse, como recipientes, plantas en agua y canaletas. El Dr. Cicuttín resaltó que, la fumigación, si bien efectiva para reducir la población de adultos temporalmente, no elimina los criaderos ni las larvas, por lo que no es una solución definitiva y debe utilizarse en combinación con otras medidas de control. Además, la fumigación presenta otras limitaciones, como la generación de resistencia a insecticidas y el impacto ambiental negativo, ya que los químicos utilizados en la fumigación no son selectivos, afectando a otros insectos, incluyendo aquellos que actúan como depredadores naturales de los mosquitos. Es importante también tener en cuenta, que puede generar una sensación de seguridad temporal en la población, reduciendo la percepción de riesgo y la participación comunitaria en la eliminación de criaderos, lo cual es fundamental para el control efectivo del mosquito.
Estrategias de Vacunación
Se discutió el desarrollo de vacunas como una herramienta complementaria para el control del dengue. La primera vacuna aprobada en 2017 fue suspendida temporalmente. Desde entonces, una nueva vacuna ha sido aprobada, y otra que podría estar disponible entre 2025 y 2026 es esperada, ya que promete ser monodosis y facilitaría el cumplimiento en regiones endémicas.
Las políticas de vacunación contra el dengue varían según la incidencia de la enfermedad y los recursos de cada jurisdicción. Para maximizar el impacto, la vacunación en algunas jurisdicciones se destina a poblaciones específicas (como adolescentes y trabajadores de la salud) en función del riesgo epidemiológico y de la probabilidad de exposición. Aun así, estas políticas están sujetas a actualizaciones.
Factores que Contribuyen a la Expansión del Dengue
Entre los factores que facilitan la expansión del dengue, los especialistas destacaron el cambio climático y el crecimiento urbano desordenado, así como el aumento en el movimiento de personas, que facilita la introducción del virus en nuevas áreas. La falta de programas sostenidos de control y la consideración del dengue como una enfermedad desatendida han limitado el impacto de las intervenciones preventivas en muchos países.
Además, se subrayó cómo la pobreza y las condiciones de vida en barrios vulnerables aumentan la incidencia de dengue, ya que las viviendas en estas áreas suelen carecer de acceso adecuado a servicios de agua y saneamiento. Esto crea condiciones propicias para la reproducción del mosquito vector y la transmisión de la enfermedad.
Necesidad de Protocolos y Normativas para el Control del Dengue
La implementación de una regulación como enfermedad profesional requiere el desarrollo de marcos normativos específicos, así como de políticas a nivel local y nacional. Aunque algunos países, como Brasil, ya están avanzando en estos temas, en otros lugares, como Argentina, el debate recién se está formalizando. La inclusión del dengue en la lista de enfermedades profesionales podría establecer un precedente importante, reconociendo que las infecciones vectoriales, al igual que las infecciosas como COVID-19, representan un riesgo constante para quienes trabajan en el sector salud.
Finalmente, los especialistas concluyeron que, para controlar eficazmente el dengue, es necesario implementar protocolos claros y uniformes a nivel nacional, además de fortalecer las normativas de salud pública. La implementación de marcos regulatorios que orienten a los profesionales de salud es fundamental para enfrentar futuras epidemias de dengue de manera eficaz.
El seminario también resaltó la importancia de políticas de capacitación y actualización continua en servicio para los equipos de salud, así como la concienciación y educación en la comunidad sobre la prevención del dengue. La colaboración entre la comunidad, los sistemas de salud y los entes gubernamentales es indispensable para afrontar los desafíos del dengue en América Latina.